No importa si tú eres padre, familiar, docente, terapeuta, acompañante o simplemente conoces a alguien con Autismo, seguramente lo has visto sonreír, una o un millón de veces.
Porque lo que sí es verdad de las sonrisas de las personas con TEA, es que discretas o contagiosas, siempre son espontáneas. Tal vez porque son malos mintiendo, la sonrisa convenida se vuelve mueca o es un gesto que exageran.
Así que ¡disfrutemos y compartamos sus sonrisas! porque la sonrisa es un nexo recíproco, ¡vamos a sonreír juntos!