Por: Ángela Patricia Melo Ospina
El autismo secundario o sindrómico se refiere a una enfermedad o síndrome que se presenta asociado al autismo, en donde se comparte un nexo causal (Cala et al., 2015: 159), por ejemplo, la epilepsia aparece en un 25% a 35% de la población autista (Giordano, 2017: 33-35).
En México no existen investigaciones biomédicas que analicen el tiempo de demora diagnóstica en estos casos, sin embargo, en otros países se menciona que son de los casos en que mayor tiempo gastan desde que identifican los síntomas hasta que llegan al diagnóstico (Moss y Howlin, 2009: 864-867).
Dentro de una investigación en antropología realizada con cuidadores de niños y niñas diagnosticados con autismo en Ciudad de México, se analizaron las causas de las demoras en el diagnóstico y se encontró que aquellos niños que tuvieron una enfermedad o condición previa que se asocia al autismo, tuvieron grandes demoras en el diagnóstico (Melo, 2024: 202.203).
Esto sucede porque son niños que a los pocos meses de nacidos fueron diagnosticados con epilepsia o con encefalitis, por lo que llevaron un proceso de atención médica especializada durante toda la primera infancia. A los dos años estos niños presentaron retrocesos en el desarrollo y un cambio en los comportamientos, sin embargo, por el extenso historial médico que presentaban hubo dificultad de parte de los médicos para asociar los síntomas al autismo, por lo que en varios casos dictaminaron que estos cambios se debían a la condición previamente diagnosticada. Esto significó para los padres una total desorientación al ver que los síntomas de sus hijos no coincidían con los comportamientos que había tenido previamente e implicó una demora en el diagnóstico al tener que esperar la evolución de los síntomas y/o buscar otros profesionales que les dieran un dictamen distinto (Melo, 2024: 202-203).
Es por ello que considero necesario brindar alguna información básica para aquellos padres que se encuentren en una situación similar y requieran de orientación:
1. Las condiciones que más se han asociado al autismo sindrómico son: La epilepsia, el síndrome de West, el síndrome de Landau-Kleffner, la rubéola congénita y la encefalitis herpética.
2. Los cambios en los comportamientos de los niños y niñas se pueden observar entre los 18 y los 24 meses de edad.
3. Entre los comportamientos que se pueden asociar al autismo están:
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- La irritabilidad, la agresividad y las crisis de llanto.
- Las estereotipias: golpear, hacer girar un objeto indefinidamente y aletear
- La hiperactividad
- Los trastornos de sueño
- Los retrocesos o retrasos en el desarrollo del habla
- La marcha en puntas
- La percepción auditiva alterada: Sensibilidad ante los ruidos o aparente falta de percepción de los ruidos.
- Falta de contacto visual
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Como recomendaciones sugiero:
-Si observa los cambios antes mencionados durante esos meses asista inmediatamente al médico.
-Si asiste con los médicos con los que ha llevado su proceso de atención de la condición previa y ellos no le dan ninguna respuesta, sugiero que busque una segunda opinión.
-Si consideran que los cambios pueden asemejarse a los síntomas de autismo, considere asistir a instituciones que se especialicen en el tema como la Clínica de Autismo que se encuentra dentro del Centro de Salud Galo Soberón y Parra, el CISAME, el Hospital Psiquiátrico Infantil Dr. Juan N. Navarro, entre otras instituciones públicas, o comuníquese con alguna de las instituciones que se encuentran asociadas a Autismo Ciudad de México.
Recuerde, su familia no está sola, existen más casos similares al suyo y una atención temprana puede mejorar las condiciones de vida de usted y de su familia.
Ángela Patricia Melo Ospina
Lic. Antropología social Universidad Nacional de Colombia
Maestra en Antropología social CIESAS CDMX
Estudiante de maestría en Museología y gestión del patrimonio Universidad Nacional de Colombia