Nueva normalidad: ¿Se pueden hacer intervenciones a distancia?

Psic. Diego Cabral
Director de Grupo de Atención Multidisciplinaria para el Autismo, GAMA A.C.

Recuerda que el viernes 26 de febrero de 2021, a las 20:00, mediante #GAMAlive en @Gamamxac haremos una sesión en vivo para aclarar las dudas que puedan surgirte.

Ha pasado un año del inicio de la cuarentena, la pandemia azotó con fuerza en México desde marzo del 2020, los cambios en nuestro estilo de vida eran inevitables. Los noticieros informaban las modificaciones abruptas de la vida cotidiana: se cambiaron los gimnasios por las azoteas y las áreas verdes para hacer ejercicio; los gritos de los niños en la escuela fueron reemplazados por mantenerse en casa frente a una pantalla para hacer educación a distancia; las mamás y los papás cambiaron sus horas de ajetreo en el tráfico y llegar al trabajo, por la incertidumbre de tener que ser maestros, llevar la oficina a casa, hacer la comida y darse un tiempo para jugar y aprender con sus hijos e hijas. En un abrir y cerrar de ojos el espacio se redujo a salir lo menos posible de casa, responder al estrés por evitar contagiarnos y, buscar ayudar a quienes están pasando por un momento complicado en términos de salud (física, mental y emocional) y económica. Pasamos al terreno de las incertidumbres, lo desconocido nos permitía re-pensar en lo que podemos hacer con las nuevas reglas como el aislamiento social y uso de herramientas que disminuyan la posibilidad de contagiarnos, como el uso de alcohol en gel constantemente y el cubrebocas.

Ahora ya se ve normal cargar con un bote con alcohol para limpiarnos las manos a cada rato, vemos mal y criticamos (con justa razón) a quienes no hacen uso del cubrebocas y no respetan la sana distancia. Hemos dado un salto adaptativo enorme, en poco tiempo, a pesar del estrés que generan los cambios y sobre todo aquéllos que ponen en riesgo la vida aprendimos a comunicarnos mejor a distancia, valoramos más las habilidades domésticas (limpiar, cocinar bien, ordenar) y le dimos un espacio a la autonomía en todos los miembros de la familia (“yo tengo que trabajar, a ti te toca estar en clases, cada quien tiene que hacer sus cosas”), fomentado la responsabilidad y consecuencia de los actos de cada uno.

Quienes nos dedicamos a la intervención terapéutica entrábamos a un terreno inimaginable “¿qué harías si no pudieras atender presencialmente a tus pacientes?”. En mi experiencia al principio me quedé paralizado: “se suspenden las actividades hasta nuevo aviso”, contrario a lo que creía el aviso para reiniciar no llegaba y las noticias desalentadoras desbordaban los noticiarios. Esperar a que terminara la cuarentena no era una opción, había que adaptarse, modificar lo aprendido para continuar con los planes terapéuticos, adaptar las sesiones con los adolescentes y adultos para que retomaran SU espacio, reencontrar en la comunicación a distancia esta alianza terapéutica para hablar de su estado emocional y escucharse desde otra voz, con otra mirada y nuevas posibilidades para hacer frente a la adversidad. Desde la psicoterapia construir resiliencia.

Si bien es cierto que la terapia a distancia no es novedosa, puesto que se usaba como complemento a la terapia presencial cuando algunos pacientes viajaban o se encontraban enfermos reducir la intervención a únicamente virtual implicó grandes adaptaciones para lograr una comunicación efectiva, respetar la confidencialidad que te brinda el consultorio y cambiar la presencia que implica dirigir una sesión con niños por la supervisión y el apoyo de la familia del menor, implicar a los cuidadores en la terapia y sugerir estrategias que permitan fomentar la autonomía del pequeño y, al mismo tiempo, insistir en que estén presentes ha sido un gran reto.

La telepsicología continúa avanzando y los estudios respecto a este modelo de intervención arrojan buenos resultados para continuar haciéndolo. Actualmente dentro de lo positivo destacan los siguientes puntos, que han demostrado la eficacia de la terapia psicológica a través de internet, principalmente desde un enfoque cognitivo conductual:

- - Es posible construir una alianza terapéutica fuerte e incluso similar a la terapia presencial a través de medios online.
  - Se reducen tiempo y gastos de desplazamiento.
  - Es posible atender a poblaciones distantes o con poco acceso a especialistas calificados.
  - Uso adecuado de la tecnología beneficiando la independencia progresiva.
  - Sin riesgos por exposición de contagio.

La intervención a distancia es ya una realidad y la telepsicología ha demostrado funcionar de manera eficiente en muchos casos, específicamente en lo que respecta a niños y adolescentes con Trastorno del Espectro Autista presenta también retos importantes relacionados con los tiempos de atención, la comunicación y la presentación de audiovisuales para mantenerlo atento.

Si han optado por llevar terapia a distancia es importante contar con un espacio que permita optimizar la eficiencia de la intervención:

- - Una habitación con privacidad (auditiva y visual).
  - Iluminación adecuada (preferiblemente luz natural, indirecta pero suficiente).
  - Es recomendable hacer uso de la cámara para que se mantenga un contacto más cálido y el reconocimiento de gestos no verbales que complementan la información.

La telepsicología no sustituye la terapia presencial en todos los casos ya que no todas las consultas pueden ser abordadas a través de internet, pero representa un canal más de comunicación que favorece el desarrollo y permite establecer programas en los que participen los cuidadores para continuar reforzando las habilidades que se trabajaron en la sesión, además plantea la oportunidad de incorporar los elementos de la tecnología en pro de una mejor organización de la información proporcionada.

Mi perspectiva para el futuro es que la telepsicología llegó para quedarse, por lo que es indispensable evaluar el modelo que se va a seguir para lograr un máximo bienestar con el criterio que permita determinar la intervención eficaz a por medio de la atención presencial o si es preferible una intervención a distancia o es posible usar un nuevo modelo: mixta (que favorezca reforzar los conocimientos adquiridos en las sesiones a distancia con aplicaciones presenciales). Para ello es recomendable dar seguimiento del impacto de la intervención constantemente para valorar si el modelo aplicado es el más adecuado o se debe modificar.

En el ámbito de la salud mental y el neurodesarrollo los retos continúan la capacidad de adaptarnos para continuar ofreciendo una atención individualizada con las necesidades de cada persona de acuerdo a su contexto y familia, respetando sus habilidades, áreas de oportunidad y motivaciones son las guías que debemos seguir para indicar cuándo se puede realizar intervención a distancia, presencial o mixta, acompañando al paciente y su familia.

Psic. Diego Cabral López de la Cerda

Director de Grupo de Atención Multidisciplinaria para el Autismo, GAMA A.C.

Especialista en diagnóstico e intervención de trastornos del neurodesarrollo.

Activista por la inclusión de personas con discapacidad psicosocial.

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