Dibujando

El dibujo como forma de expresión nos comunica  emociones, intereses, aficiones y  deseos, así como los sueños e ideas. Nos permite adentrarnos a un mundo interior que el autor nos comparte a través del trazo.

Gerardo dibuja sus personajes favoritos e incluso crea historietas con ellos.

Cuando era más joven dibujaba zombies, — «Los zombies son divertidos aunque muchos crean que son malos porque son diferentes»

Y es que la «diferencia» es muy comúnmente prejuzgada. Esa es una cotidianidad con la que viven las personas dentro del Espectro Autista. Pero así como el tema de sus dibujos ha evolucionado y los zombies quedaron en el recuerdo, así ha evolucionado el mismo Gerardo, ahora ya con 17 años, ha ido superando sus retos a través de su esfuerzo, del trabajo constante con sus terapeutas y sobre todo, del apoyo decidido y amoroso de su familia. 

Porque después de todo, la comunicación es un acto de compartir. Un chico alentado a explorar sus propios intereses y habilidades, logra desarrollar  ampliamente su potencial, afianzar su carácter y cimentar su personalidad. Lo que a su vez le permite interactuar mejor con los otros.

 

Mariana, su terapeuta, recuerda con dulzura una anécdota en que al trabajar en terapia para modelar su tono de voz y su lenguaje corporal, ella simulaba tener miedo, esperando que él imitara su expresión, pero al verla, Gerardo se paró de la silla,  la abrazó y le dijo  «yo te protejo».

Así de inesperadas pueden ser las reacciones en el TEA. Por que las personas no son un conjunto de características listadas en un libro, son simplemente únicas y no  obstante su condición, Gerardo demuestra que la empatía y la solidaridad, no le son ajenas, así como tampoco el sentido del humor y la creatividad, que nos comparte en sus viñetas.

«Cada vez que dibujo puedo crear otros mundos por eso quiero ser caricaturista»