Importancia de la Fisioterapia en el tratamiento multidisciplinar del autismo.
Imagen de Bru-no para Pixabay

Importancia de la Fisioterapia en el tratamiento multidisciplinar del autismo.

L.T.F. María Florencia Portavoce Barajas

Introducción

Los trastornos del espectro autista  son un grupo de trastornos complejos del desarrollo neurológico que se distinguen por patrones de comportamientos repetitivos y característicos, y dificultad para la comunicación e interacción social. Los síntomas están presentes desde una edad temprana y afectan el funcionamiento diario.

El término “espectro” se refiere a la amplia gama de síntomas, habilidades y grados de discapacidad funcional que se pueden presentar en las personas con trastornos del espectro autista. Algunos niños y adultos con este tipo de trastorno son completamente capaces de realizar todas las actividades de la vida diaria, mientras que otros requieren ayuda sustancial para realizar las actividades básicas.

Los trastornos del espectro autista se presentan en cualquier grupo racial y étnico, y en todos los niveles socioeconómicos. Sin embargo, los niños tienen bastante más probabilidad de presentar trastornos del espectro autista que las niñas.

De las complejas clasificaciones, parece que, el DSM-5 simplifica la comprensión de estos trastornos y contempla una perspectiva más dimensional y categórica, sin olvidar la tríada sintomática: las dificultades en la interacción social, en la comunicación y la falta de flexibilidad en el razonamiento y comportamiento, pero la sintomatología va más allá. Hay que estar atentos a las respuestas inusuales a los estímulos, sean auditivos, visuales, táctiles, olfativos o gustativos

Los niños con trastornos del espectro autista (TEA) coinciden en unos déficits que afectan la interacción social, la comunicación y la flexibilidad en razonamiento, en algunos existen unos déficits motores, que afectarán a lo largo de la vida, y que son susceptibles de tratamiento desde la fisioterapia.

Por esto, la figura del fisioterapeuta es necesaria para una intervención precoz del niño, aprovechando la plasticidad cerebral, para incidir positivamente en el desarrollo, así como en la calidad de vida, y conseguir una correcta integración social.

Importancia del tratamiento Fisioterapéutico.

En el equipo de tratamiento multidisciplinario se plantea la necesidad de incorporar al profesional de fisioterapia para intervenir en las manifestaciones clínicas vinculadas a la psicomotricidad, para potenciar la interacción entre lo somático y lo afectivo, para incidir positivamente en el desarrollo global de los niños, y para ayudar a los que tienen una distorsión en la percepción de su cuerpo. La suma de las técnicas de fisioterapia y las de psicomotricidad va a permitir una mejor integración de las funciones motoras y mentales, mejorando la integridad de la persona, física, cognitiva y emocional.

El tratamiento del niño con un TEA debe ser multidisciplinario, personalizado y permanente a lo largo de la vida, para favorecer el pleno desarrollo del potencial de las personas con TEA, su integración social y su calidad de vida. 

Los objetivos terapéuticos deben ser siempre los mismos: minimizar los principales rasgos autistas y los déficits asociados, maximizar la independencia funcional y la calidad de vida, y aliviar el estrés familiar. En definitiva, conseguir mejorar la calidad de vida del niño y de su entorno.

En el niño afectado por TEA conviene conocer los principios de una vida saludable, mejorar la condición física, y facilitar el acceso a las oportunidades de esparcimiento y recreación.

Técnicas fisioterapéuticas por aplicar en niños con TEA.

hidroterapia

Hidroterapia:

Es la aplicación del agua como agente físico terapéutico, el cual posee por sus principios múltiples efectos fisiológicos: permite que el niño realice ejercicios con el menor impacto y dolor posible, disminuye la ansiedad, el estrés, resiste el movimiento mejorando la fuerza muscular, ayuda al equilibrio, propiocepción, coordinación, mejora la marcha, la circulación sanguínea y es analgésico. Se deben de tener precauciones con los niños con problemas del corazón como insuficiencia cardíaca, infección y heridas de piel.

El agua nos resulta útil para trabajar el reconocimiento del esquema corporal y la respuesta motriz y sensorial, para mejorar la relación corporal con la realidad y para ayudar en la construcción de una relación más segura y confiada.

La suma de las técnicas de fisioterapia y las de psicomotricidad va a permitir una mejor integración de las funciones motoras y mentales, mejorando la integridad de la persona, física, cognitiva y emocional.

Equinoterapia. Imagen de José Gutmat para Gran Amigo Equinoterapia, A.C.

Equinoterapia:

El caballo es un medio terapéutico que debido a sus características morfofisiológicas permiten mejorar o inducir la marcha en el  niño en forma pasiva. El asiento profundo es cuando ambos isquiones y piernas pueden tocar al caballo y es donde el niño siente en plenitud los cambios de velocidad dentro de un aire (paso) o cambios de un aire a otros. El movimiento natural del caballo es tridimensional, comprende el paso, galope y trote. Dicho movimiento  ayuda a corregir malas posturas, mejora el tono muscular, fortalece los músculos, mejora la coordinación, propiocepción, equilibrio, estimula el lenguaje, alivia el estrés, fortalece vínculos afectivos y aumenta la plasticidad cerebral. Además, se aprovecha los fuertes latidos del corazón del caballo y  su calor corporal como agente vibratorio y térmico, respectivamente.

El tratamiento del niño con un TEA debe ser multidisciplinario, personalizado y permanente a lo largo de la vida, para favorecer el pleno desarrollo del potencial de las personas con TEA, su integración social y su calidad de vida.

Ludoterapia

Ludoterapia:

La terapia del juego, es una herramienta poderosa en estos casos, ya que el niño al  imponerle una tarea suele detonar o mostrar sus conductas en exceso, el cual queremos disminuir. Por medio de juegos y cantos podemos lograr que el niño colabore con una mejor actitud, se relaja, se siente en confianza. Por ser generalmente niños apáticos usualmente se logra captar su interés evitando el aburrimiento, induce a que el niño se comunique, muestre afecto y promueve el desarrollo cognitivo. 

Ejercicios con pelota Bobath

Ejercicios en pelota Bobath

El uso de un balón gigante  para realizar movimientos, estiramientos y ejercicios que mejoran el control motor, la flexibilidad, la postura, los  arcos de movimientos, la propiocepción, aumenta la fuerza muscular, mejora las reacciones de defensa, reacciones de enderezamiento y coordinación. A muchos niños les agrada y divierte balancearse, rebotarlo, alzarlo y sobre todo brincar en el balón terapéutico.

Dosificación del tratamiento terapéutico:

Una intervención se realiza como mínimo 3 veces por semana, con una comprensión a los comandos de voz para seguir instrucciones y tolerancia. Cabe destacar que existen casos de Trastorno del Espectro Autista que no responden de forma positiva a las terapias, ya que son pocos tolerante sensorial o conductualmente, por lo tanto, hay que darles la oportunidad de que se vayan adaptando al ambiente, al fisioterapeuta y al tratamiento.

Diseño del tratamiento:

Usualmente, la primera etapa del tratamiento se lleva a cabo de forma activa, con diversos materiales y por medio de juegos, se le enseña a saltar, bailar, a realizar ejercicios de motricidad fina, ejercicios vestibulares, reeducar la marcha con o sin obstáculos, a mantener el equilibrio, mejorar las reacciones de defensa,  inducir movilizaciones  de miembro superior e inferior orientándole siempre sobre la dirección, intensidad y repeticiones. 

De izquierda a derecha: Equilibrio. Imagen de LanCast Photography para Gran Amigo Equinoterapia, A.C. Salto en trampolín. Imagen de Robert Kneschke en Canva

La segunda etapa es  la de relajación,  donde el fisioterapeuta con el niño en de cúbito supino o sedente, le realiza maniobras de movilizaciones pasivas, estiramientos, técnicas de Bobath, método de Rood, FNP (Facilitación Neuromuscular Propioceptiva), ejercicios de percepción de distintos estímulos (texturas, temperatura, auditivos,) y orientar al desarrollo psicomotor adecuado.

Los objetivos de una intervención desde la fisioterapia son:  recuperar el tono muscular, mejorar el equilibrio, el control motor, la propiocepción, mala postura, disminuir estereotipias, la apatía o hiperactividad, el esquema corporal, disminuir contracturas y mejorar el contacto visual.

Fisoterapia. Posición de cúbito supino (acostado boca arriba).

Conclusiones:

El complemento de la fisioterapia en el tratamiento interdisciplinario de los pacientes con TEA logrará mayor eficacia y creará una mayor y más rápida respuesta.

Se podrán evitar las posibles complicaciones físicas logrando así, mejorando la autonomía y control motor del niño y conseguir que no haya una dependencia completa del círculo familiar.

Hay una amplia gama de opciones para que se logre un programa fisioterapéutico eficaz.

Bibliografía:

Cazorla González, J. J., & Cornellà I Canals, J.. (2014). «Las posibilidades de la fisioterapia en el tratamiento multidisciplinar del autismo. Pediatría Atención Primaria», 16(61), e37-e46. 

Sánchez, Diana Patricia (2019). «Intervenciones fisioterapéuticas en autismo: TEA. Archivos venezolanos de Farmacología y Terapéutica». 38(4), 412-416

LTF. Ma. Florencia Portavoce Barajas.

Egresada de la Escuela Superior de Rehabilitación 

Certificación en Terapia Manual en extremidades y columna

Certificación en vendaje neuromuscular 

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Cel. 5540853205

E-mail: florpb.253@hotmail.com 

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